domingo
Mis pies están de fiesta
Mis pies están de fiesta
cansados revientan de rojos
los dedos tiemblan,
el empeine rígido se adhiere al tobillo
brotan espasmos de venas dolorosas
orgullosos y arrogantes
festejan su martirio
Ya no me pertenecen
he cortado el cordón
que me unía a ellos.
Tus manos hablan, tu corazón destruye
No me andes persiguiendo, anda
que ya tengo muy vistas tus estructuras metálicas de niño ingenuo
Es tu sombra la que mece mi altar
es tu inútil reflejo el que acelera mis espinas vivas
La esencia imperfecta que aniquila mi organismo:
la tuya, esa que no sabe fingir
Tus manos hablan, tu corazón destruye
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