- Desamor
Me estoy despojando
de esa vehemencia
que llevaba a cuestas
hasta ayer.
Tendida sobre
la helada baldosa
ya no viajo
hasta tu lumbre.
Incendio sofocado
y extinto.
Sin delirio
no hay dolor.
Es cierto.
Pero esta tibieza
me asfixia.
Trance paulatino
que sustenta
mi abandono.
Me confieso
derrotada
y
me proclamo
heredera
de noches plomizas
y anhelos congelados.
..
19 comentarios:
Agrego un suspiro:
"...desciende una lágrima perdida hasta el oasis que el azul de sus ojos ha ignorado. Me confieso derrotada, desfallezco sobre las baldosas como un suspiro exhausto de tanto amor y olvido. Me proclamo heredera de noches blancas y proyectos dislocados. Me entrego al vasto caudal de otoños inadvertidos"
Escribe usted hermoso, su poesía evoca al sentimiento más preciado.
Meri Pas hacía un tiempo que no te leía, y hoy me dejas congelada, me gustó y me heló
Besicos muchos
Consumirse en un fuego cada vez más intenso o en el hielo que conduce al vacío, o dejar que las cosas pasen y ser uno más en el paisaje del mundo. Difícil elección, desde luego.
Como siempre, me gusta tu poema. Saludos.
Leyendote vas dejando caer como una fría lápida de cementerio ese amos desplomado. Me ha gustado mucho. Enhorabuena!
Un abrazo
Belleza en la desolación
Precioso poema.
besos
Qué bonito, Meri Pas, es verdad que sin delirio no hay dolor, pero también es cierto que el color gris y la temperatura tibia asfixia el alma.
Bello, muy bueno, congela el corazón como dice Luisa.
Besazos.
Una lágrima furtiva resbala hasta la helada baldosa. La tibieza del opio es un mal refugio.
Me alegra mucho leerte de nuevo (aunque sea en estos trances).
Un beso
Precioso este poema tuyo que traspasa, que duele...
Un abrazo
Hola Meri Pas, hace tiemp oque no pasaba por tu blog!
Muy buenos tus poemas, me gusto sobretodo el penúltimo, mucha intensidad y emoción, en lo que escribes.
Espero se avive de nuevo ese incendio extinguido
Saludos y un abrazo!
Eres un caudillo, amor, un tirano sanguinario
que no te basta con los grilletes de hierro al rojo vivo
que me deshacen los tobillos. Me anulas con engaños
y con la falsedad de venenos y filtros mágicos.
Ya no pienso. Sólo babeo, necio,
bajo el dominio mórbido de un sufrido claro de luna
y ahora me haces creer que el temblor de los miembros
es superior a la libertad perdida.
Mira que te digo, escucha, cuervo de mal agüero:
el dolor es mucho más cierto que tu vuelo apagado
que amenaza la alondra, el mistral y la luz,
y el entendimiento nunca gana en nobleza
por tus penurias, que me estimulan, sólo,
un inútil exceso de sufrimiento y bilis.
Salud
Francesc Cornadó
Después de un tiempo, regreso, y qué grato encontrar la belleza de tus versos...aunque fríos.
Besos amiga.
Hola Meri:
Los versos del principio sentencian el poema. Me gusta su fuerza, ese des-amor, el amor desde la distancia. me ha encantado el despojarse de la vehemencia.
un beso grande
Mónica
LA MEJOR VICTORIA SE ESCONDE TRAS LOS SABORES DE LA DERROTA Y SALTA SIN AVISAR...
Hermoso. Como una sucesión de epigramas que, a fuerza de estilo, terminan perdiendo voluntad para ser engranajes de un todo mayor. Sobrio y sincero. Desolador pero, ¿qué no lo es?
El desamor nos vuelve a poner en la busqueda del amor.
Un Abrazo
Hermoso
Precioso poema. La melancolía dicen que es la felicidad de estar triste.
Meri!!! qué belleza tu blog!!! no lo conocía! buenísimas fotos, mucha poesía, mucho para leer. Gracias por pasar. Me apunto a tu grupo de seguidores!
Los finales de tus poemas son una maravilla, esta bordea la genialidad...
http://blocdejavier.wordpress.com/2014/05/10/desamor/
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