jueves

Herejía









Acaso no sabías que el amor

es cosa efímera y que se acaba

por el propio impulso

de la potencia

con la que brilla.

No suponías

que todo cuanto tenemos

es mortal y caduca

igual que la belleza.

De haberlo sospechado

no volverías

a dejar a la intemperie

tu quebradizo corazón.

No hubieras abierto

de par en par tus órganos

frágiles y hambrientos.

Jamás hubieras sucumbido

a la fusión total o parcial

de nuestras almas.

Y yo,

que si presentía

la tenebrosa agonía,

cómo hago ahora,

dime,

como renuncio yo

a la pertinaz llama

que se obstina en sobrevivir

circulando por venas

y arterias

dejando a mis pobres glóbulos rojos

ahogados y doloridos

sobreviviendo a pesar

de la falta de oxígeno.


..



DESAMOR

Charles Edouard Edmond Delort




  • Desamor

Me estoy despojando
de esa vehemencia
que llevaba a cuestas
hasta ayer.
Tendida sobre
la helada baldosa
ya no viajo
hasta tu lumbre.
Incendio sofocado
y extinto.
Sin delirio
no hay dolor.
Es cierto.
Pero esta tibieza
me asfixia.
Trance paulatino
que sustenta
mi abandono.
Me confieso
derrotada
y
me proclamo
heredera
de noches plomizas
y anhelos congelados.


..

sábado

VEN

Liana Bennett





¿Por qué no vienes
y me matas?
no te dejes ni una costilla
viva,
apura hasta el último hueso que me queda.
Encadéname a tus muñecas,
líbrame de la indiferencia
de los días grises,
de las sábanas enormes
enroscadas en mi cuerpo.
Ven,
aterriza,
planta tus raíces
sobre mi ternura olvidada.
Colócate sobre mi espalda
y escucha la música
del tiovivo que renace
entre la nuca
y mis pies de porcelana.
No tengas clemencia,
clava la daga
tan adentro
que no vuelva
a escaparme jamás.
Derrámate en la laringe
codiciosa,
sé tú mi sustento.
Ámame.


-

martes

Algo de belleza

Vittorio Polidori






Resplandece entonces,
como lápida de mármol
que emergiera de repente
en el espeso bosque.
Sale de su cueva
y se filtra por las aguas
contaminadas.
Ella resiste la batalla
del hombre
aniquilador.
La mujer no se lamenta,
asciende y con paso firme
busca su transparencia.
Estratos donde precipitarse,
algo de belleza
en algún lugar.
Unas partículas
que colmen el milagro
de la vida.
Y sabiéndose
dueña de su vértice,
aterriza con mano suave,
tantea su pétalo carnoso y
suspira aliviada.


...

domingo

Me he sentado en el suelo a contemplar tu anatomía...

Helen Masacz





Me he sentado en el suelo
a contemplar tu anatomía,

me pierdo en el suave murmullo
de tus sueños.

Duermes y las mariposas cruzan
por tus piernas,

el cascabel de tu ombligo
es melaza para las abejas hambrientas
que pueblan este bosque.

Quisiera libarte
y mis manos
tapan mi boca
en este instante
de furor místico,
de estupor secuencial,

distancia justa
donde tu impávido latido
exige mi cercanía.


Deslumbrada yo
en tu imagen, en tu
piel de camaleón inerte
e impasible.

Cómo no perderme en
tus orillas verdosas
para beberme a ti
dormido y lujurioso,
animal utópico.

Ahora
que me inclino
y me arrodillo
ante esta escultura de alabastro.


Hoy que tu quietud
me invita a navegar
sin restricciones
por tu océano concupiscente.

Permanece así,
domesticado y
manso,
sin avidez ni brasas
en tus uñas,

déjame instigarme yo sola
a dos centímetros de ti,
mientras te miro y conspiro
con tu piel suplicante.



-

jueves

Apariciones

Andrea Solari - Salome with the Head of St John the Baptist





Le veía en todas
las esquinas de la ciudad.
En los cubos de basura,
en las rendijas del suelo,
hasta en los escaparates sin luz.

También distinguía su rostro
claramente dibujado
en los retablos
de las iglesias.

Una mañana su cara
se le apareció
en la pescadería,
besugo de ojos tristes
y vientre plateado.

¿ Lo corto en filetes?
y ella sin dudar dijo
no, déjemelo entero,
ya me encargo yo
de abrirle las tripas.


...

domingo

BUITRE

Christiaan Lieverse








Vacías las vísceras,
floto en la superficie.

Me acomodo sobre las rocas puntiagudas.

Grito de placer y dolor
a la par que las gaviotas.

Me interno en el bosque
y aúllo con los lobos.

Soy bestia herida
sobre las ortigas
que coagulan mi sangre.

Sospecho que mi olor a plasma
se está esparciendo
y el buitre
no puede remediar excitarse.


-

viernes

Celos

Ernesto Arrisueño






Sospechar que otros ojos
pueden descubrir
lo mismo que yo,
sería,
está siendo, digo,
una muerte lentísima.
Me percato
cuando supongo
sus uñas
dentro de tu carne.
Qué ahogo,
qué agonía lenta
es presentir que le taladras
la yugular
como a mí.
Pero lo nocivo
es figurarme
otra boca
restregándose
contra tu sustancia añil de nube.
Que descubra
lo que yo sé
y te descienda.
Y tú te dejes.


-

sábado

Pan de oro

Alan Macdonald







Fue un viernes sobre tu cama
la mirada fija en la lámpara
el olor a quemado
las tostadas de amor
y el maldito incienso
estallando en el jardín.

Nunca olvidaré
el reguero azul
de mis pezones rosas
ni mi ombligo descomprimido
bajo las sábanas arrugadas
mendigando fruición a cucharadas.

La venganza es tan deliciosa,
puro manjar de orfebrería,
pan de oro para mi sangre
que se ha de deleitar
durante siglos, con las ondas
eléctricas de tu cerebro neurálgico.


..

martes

Haikus tristes

Liu Ye





Agosto sin ti

me congela los dedos

amor helado


..




Verano mientes

enloqueces mi alma

él no regresa.


..



Hormigas trepan

buscando mi comida

yo no la quiero.



--

viernes

ÍDOLO

Roger Woods






Eres mi héroe
esa sobredosis de imperfección
que tiñe de veneno
mis moradas ocultas,
el que languidece
cuando mi voz está ausente.
Náufrago de días tristes
como cartas sin destino.
El que se prende
del dobladillo
de mi vestido
y se arrastra
hasta los confines
de la otra vida
por encontrar mis huellas.
El que bebe el néctar
de mis oquedades
sin pestañear.
El que aúlla
en mis noches tristes
con grito apaciguador.
Apóstol en cenas
invisibles e hipotéticos
desayunos.
A ti,
ídolo solamente mío,
voz fabricada de confitura
amarga y afligida.
La jalea irreal
que me habita,
se me está desbaratando
de verano y vehemencia
de ti.


--

lunes

ALIMENTO








El hambre de ti me acucia,

me urge ampliar instantes furtivos

brevísimos para la piel.

Aunque gracias a la memoria,

un tren de larguísimo recorrido,

hago escala en infinitas estaciones,

alargo los gozosos abrazos

y la bebida de dioses

que con tanta ansia

intercambiábamos


boca a boca:

(resina inconfundible la tuya)

me alimento a destajo.

Y me bebo hasta la tierra

que se azora debajo del vagón restaurante



al escucharme clamar lujuriosa

tu nombre

y hasta el tu sombra.





-

miércoles

La indolente

Oksana Zhelisko






Cobarde y en silencio
como el tiempo asesino,
sin una mácula de esperanza,
sin un rayo que penetre
en esta oscuridad
que mantiene torpemente
mi esqueleto pusilánime,
mi carne débil y a la deriva.

Así, sin pedales en el alma
me quedo esperando
tu regreso,
incapaz de poner rumbo
hacia mi destino
que eres tú,
lamentándome
y reconociendo mi indolencia.


...

lunes

El cajón

K. P. Standard





He vuelto a abrirlo,
una tenue luz,
el chirriar de la madera,
el azoramiento que precede
a la dicha suprema
de acariciar cada recuerdo y morir.


Lo abro despacio
cerrando los ojos,
huelo el interior de la zona oscura,
el peine portador
de místicos masajes y
el frasquito de esencia
con aroma perenne
a congestiones impuras.


Y así, suicidada ya,
lo cierro de nuevo
hasta la próxima
tentativa de saltar al vacío
sin agua.


Pero con serrín suficiente
para rellenar
hasta el último aliento.


-

domingo

Te mordería...

Anwen Keeling




Te mordería así de golpe
entre los maizales dorados,
cuando declina la tarde.

Con el viento del este
soplando tus orejas.

Te renovaría la piel
y su reflejo trigueño,

lamería
de pies a cabeza tu ornamento,

tu sabiduría,
el origen de tus ojos verdes
que son mi pan,
mi vicio,

la poca costumbre
de tenerte.

Soy incendio
para tu constelación
de huesos
y me estoy quemando amor
y me arrebato.

Transtornada,
enajedada ,
con los colmillos
afilados

y el alma
a punto
para devorarte,

aniquilarte vivo amor.



...

sábado

Encuentro

IAIN -FAULKNER






Se acerca trémula y loca
a su encuentro,
las manos sudorosas,
el pulso rebota y
brinca en sus muñecas.

Retrocede, regresa hacia él,
se esconde,
mira sus pestañas
y enardecida
se lo come a besos.


-

domingo

SIN TI

István Sándorfi





Después de la marea

viene la resaca

y luego la firme dinamita

que convierte

la indiferencia

en gránulos químicos

de fermentada náusea.


Sin ti

sin tus manos

dormidas

entre mis muslos

me volaré

las uñas adheridas

con tu ADN y arderán


antes de llegar

al infierno.




-

Me gusta cuando gimes...

Anwen Keeling




Me gusta cuando gimes
porque tiembla la casa.

Tu alarido descompasado
debe horrorizar a los vecinos

pero a mí,
a mí, me chifla

graznido, ponzoña
sacrílega que nace

de los entresijos
de tu linfa

¡oh si!
sigue rumiando,

me derrites
nos derretimos.


-

jueves

Primavera imposible

Aristide Maillol





Llegó la primavera
y las mariposas
se amontonan
en las tripas de otros.

Llegaron los verdes
y el ámbar corazón
desteñido
del invierno.

Y las almendras.
Amargas enemigas
de lo nuestro,
asoman su cianuro.


Y tú no llegas.
Primavera imposible
cerezos infames
¿qué me miráis?

--


Huub Milder



-

lunes

Qué sutil encanto tiene la espera





Qué sutil encanto tiene la espera

si desesperación

en el encuentro existe.

Porque la materia

sumida en lánguidos sudores

se arrebata con el pensamiento.


Y entonces

se produce un choque espasmódico

de adrenalina ardiendo
en deseos,

lujuria del alma
chorreando.


Qué brutal,

qué inconstante delicia

es la espera desesperada
y elegida

para rozar vientre con vientre,

para decir amor,

para partir con pena,

para aúllar sin consuelo
por las calles

con la sal de tu arrullo

todavía viva

deslizándose sobre mi blusa.

Destrozándome las venas.






-

jueves

Figura de cera

Deladier Almeida




Y de tu mano
y de tus orejas
y de las idas
y venidas.

Y de mis manos
crucificadas
en el cabecero
de la cama.

Y del pañuelo
en tus ojos
para no ver
mi lengua.

Desátame
decías,

jamás
y te masticaba.

Y te deshacías
y me besabas.

Y me convertí
en figura de cera.

Los visitantes hoy
me besaron la manos

y no se dieron cuenta,
que las gotas deshechas

que pisaban,
eran mías.


--

viernes

Otra dimensión





Marek Fijałkowski, painting




Con el chorro del agua calentísimo
mi piel no se inmuta,

ni me quema, ni saltan chispas.
La enfrío y tampoco noto nada.

Intento recordar algún momento,
tengo la maleta llena de poemas

versos de amor terribles.
Y difusamente aparece una taza de loza.

Compartíamos creo, los desayunos
hace miles de años.

En la otra vida, en otra dimensión.
El día que decidí partir al futuro de un tajo,

para redimir mis pecados
para encontrar los valles verdes.

Dónde están esos bosques gloriosos
con los que soñaba...

Sólo el residuo de aquella taza de loza
me hace dudar, si de verdad estuve muerta tanto tiempo.

O si estos siglos, sólo han sido
un crecer de cabello y uñas irreversible.


---

jueves

Sinfonía rusa

Sergey Kondrashov




En las montañas de Rusia
nos abandonamos para siempre.
En primer lugar,
porque me dejé la razón
en la mesilla escondida,
y en segundo lugar,
porque tú, renunciaste a tu vida anterior.
Y así, nos fuimos descongelando,
el alma primero,
después la piel
y por último,
nos fuimos derritiendo
hasta formar una amalgama,
una partitura
con acordes insospechados.
Ahora,
muchos países más abajo,
cuando la luna está encendida
y sopla el viento del norte,
el cristal de mi ventana
retumba,
yo tirito y me estremezco toda,
cuando
la lluvia y sus cuatro movimientos,
repiten aquella sinfonía.


-

domingo

Puro cobre

ZHANG -JIE






Te recuerdo con el cable en la mano,
los pies en las baldosas
y la espalda desnuda.

Sin luz, sin agua,
con la saliva densa y
la boca seca.

Amanecíamos ateridos
temblando bajo la claraboya
de aquella habitación de otros.

Y tu me dijiste
que mi pelo era igualito
al color del cable. Puro cobre.

Olía a jabón lagarto mi pelo
y el agua helada
le daba un brillo descomunal.

Nunca salió el sol,
en aquellos días
grises como trampas.

Sólo el brillo de mis rizos
y tus ojos verdes,
nos iluminaban las horas.


..

miércoles

Qué malo es escribir de penas

Evre Okumus




Creo que los poemas se hicieron
para no olvidar el amor.
Si, como lo oyen.
Porque de esta manera, tan
de meternos nosotros mismos
los dedos en la llagas supurantes,
no nos dejamos ni una milésima de oportunidad
para olvidar.
Y pobres, los que leen,
esos si que tienen mérito.
Buscando alivio para sus penas
y nosotros, les metemos
las uñas en los ojos
hasta el tejido epitelial.
Y el glandular si me apuran.
Y nos importa un pito, perdóname Girondo
que las mujeres y los hombres
y hasta los niños,
los perros diría yo
lloren sin desconsuelo.
Y no lloran porque se emocionen
en mi caso, seguro, lloran de pena,
pena de poema, estoy convencida.
Y lo peor, el amor ahí dando vueltas,
brincando el ladino.
Qué malo es escribir de penas
pero peor es leerlas, se lo juro.



--

lunes

VERSOS AL BORDE

Paul Delaroche





Puedo escribir los versos más tristes....
pero no me da la gana querido Neruda.
Voy a escribir versos olvidados
versos arrepentidos
versos fingidos
versos sin estrofa
una locura de ningún poema.
Ni siquiera son versos
son huevos estrellados
carracas de jueves santo.
Si estas palabras fueran sometidas
a radiografías
los rayos x se pudrirían
y ya ningún poema
podría estar enfermo.
Se infectarían todos
y todos los versos del mundo
tendrían que llevar mascarilla.
No son los versos más tristes
pero están al borde de la muerte.



--

jueves

DOCE CERO CERO

Fotografía: Jure Kravanja





Eran las doce cero cero
y el tren se alejó tanto del andén


y tanto ruido hizo,
que a una mujer de pelo castaño


se le quedaron pegados los rizos
en la consigna de la estación.


Y las náuseas aún
desordenan su epigastrio.

Se alimenta de canela
que ella misma cultiva.


El ansia sólo remite
cuando duerme junto al mar.


Allí no hay trenes,
ni despedidas cruentas.


--

sábado

Esto es un poema de amor, para variar




Cómo explicar al mundo,
lo que sucedió.


Meter la nariz debajo de su bíceps
dando alaridos hasta su arteria.

Olisquear su mimbre
y convulsionar entera.


Íntegramente suya
completamente abierta.


A mis pies le crecieron flores,
mientras bailaban en sus hombros.


Dos terrones de azúcar,
un níscalo para morderlo.


Mi uñas escarbando
moradas nuevas.


Su tronco doblado
formando una ecuación perfecta.

Esto es un poema de amor, para variar.

--

martes

De alquitrán mi memoria






Se me llovió el agua en mi escondite,

agazapada me sorprendió la osada,

me bañó el sarpullido oxidado

de los indicios marcados,

de tu piel sin afeitar.


Cómo me dolían de gusto

los besos frotados,

fogatas chamuscadas

de plata nuestras cópulas,

de alquitrán mi memoria.


---