sábado

POSTAL






Yo fui la adicta de sus arterias,

la que recogía la sangre

del ventrículo izquierdo

y me transportaba por su torrente

como oxígeno amartelado.

Su respuesta una postal

con matasellos de Cincinnati:

-Estoy a orillas del Ohío

y de momento mi mujer

no desea regresar a España.

Mi contestación:

-Ojalá te atragantes

con las alitas de pollo

en salsa barbacoa

y te acuerdes tanto de mí

como de la Seguridad Social.



...

Poema: Meri P. Blanquer

Lienzo: iroko Shiina 


,

domingo

AMORIS VULNUS






AMORIS VULNUS

"Amoris vulnus idem sanat, qui facit." (Publio Sirio)
La herida del amor la sana el mismo que la hace.



Yo la condenada
la que excava las minas
subterráneas con los dientes
para ser indultada.
Excomulgada y confesa
de crímenes amorosos,
imploro el perdón
por haberte abandonado
en estacada polvorienta
dejando mi perfume
entre tus uñas
como único alimento.
Sé que pululas
por la vida
como un penitente
con el espinazo doblado
por mi santa culpa.
Imagino tus nubes
como turbios algodones
necrosados con mi cara.
Supongo la luz del sol
intentando vanamente
sustentar tu forma
mientras se torna eclipse
envenenado entre tinieblas.
Ruego perdones
a esta pecadora
que mientras estuvo contigo
se dejó la respiración enquistada
en eternas noches
de ombligos y lenguas
y ando asmática perdida
en vía crucis permanente
esperando la absolución.


Meri Pas Blanquer
 .
 Lienzo de Saturno Butto


...
 

sábado

JUEGOS MACABROS



Sandra Chevrier






Será esta maldita
humareda
o la divina gestación
de los huecos
inservibles.
Una madre
sin hijo
o un padre
que no sabe
que lo tiene.
La vida
no se detiene
por nadie
ni dejan de doler
los moratones
aunque estén amarillos.
Siempre hay
una excepción 
majestuosa e innegable,
la del vuelo
de determinadas aves
cuando llegan
a Finlandia desde África.
Se aparean
y se olvidan
del mundo
mientras los demás
seguimos inhalando
todo el humo
sin pausas,
con prisas
a jugar
quien se muere antes.


 ...

domingo

NAUFRAGIO









Cómo será otra vez
atravesar tu ombligo.
Me pregunto
en qué impávido segundo
te clavaste en mi cruz
-madera tallada de carcoma hambrienta-
Cómo será
volver a succionar
tu tronco ardiente
cuando ya
aprendí a navegar
en otros puertos.
Cómo será
rozar de nuevo
tu bruñido pelo,
tu oreja izquierda
fiel compañera
de mi codiciosa lengua.
Cómo sería todo
cuando ya no quedan
sino restos,
esqueletos
de hematomas
de amor olvidados,
saliva moribunda
tan espesa
como esta sangre,
que coagulada te escribe.



Del libro Eróticos desvaríos 


  •  Pintura de Isaiah Stephens

lunes

TELÉFONO








Suena el timbre agujereando,

demoliendo, derribando desde el tímpano

hasta las uñas de los pies.

Pero no de una vez, no,

se atraviesa el sonido como arma de fuego

letal

por cada uno de mis huesos.

Se atasca en el plasma,

se enrolla, se revienta contra la coraza

que envuelve tripas y entrañas.

Devastador sonido telefónico,

amargo timbre, mi enemigo,

cómo te extraño.

 ...

Presentación del libro ERÓTICOS DESVARÍOS, autora: Meri Pas Blanquer




Queridos amigos, después de un largo periodo gestando mi poemario, por fin llega la publicación de mi libro de poemas ERÓTICOS DESVARÍOS.
Como explico en mi biografía, llevo escribiendo poesía desde que tengo uso de razón y no concibo la vida sin versos, sin estrofas, sin escribir poemas en definitiva.
Y ahora también estarán impresos en papel para que a los que os guste mi trabajo los podáis leer y sentir en vuestras manos.
He tenido la gran suerte de contar con un prologuista de lujo tan generoso como extraordinario, se trata de Rafael Arenas García, que más que un prólogo es una obra de arte en sí misma y al que le estoy muy agradecida.
Es un honor invitar a todos los que podáis asistir a la presentación en Madrid, el día 19 de octubre a las 20.00 en El Bar Bóvedas, calle Moratín 42.
Se leerán poemas del libro, no sólo yo, también otras personas los leerán y una joven y talentosa cantautora llamada Lua Pua también pondrá voz a algunos de mis versos.


Os dejo con uno de los poemas del libro:






Ecos

Juro que cerré los ojos
y en ese instante oí una voz
que con tono quejumbroso me llamaba.
Al girarme en la cama
mi vista enajenada
no reconoció ningún rostro.
Mas percibía de manera precisa
un mensaje lapidario
que me sumió en la aflicción.
Todavía estoy rastreando su procedencia,
aunque no descarto que fueras tú,
o un eco de tiempos remotos.
Aquellas frases sin pensar
que se dicen cuando crees
que el amor dura siempre.

Meri Pas Blanquer





Pinturas de Francine van Hove


viernes

Nosotras

Michael Bastow




Ella, tú, nosotras
a las que nos desentrañan
con ecografías vaginales
e instrumentos punzantes,
las que nos abrimos
al mundo en salas
congeladas y exentas
de ternura.
Nosotras, salimos
a la calle después
con los senos afligidos
y el útero agotado
de amarillo árido,
con los pies pisando
sobre arenas movedizas
intentando reajustarnos
la ropa interior
y la matriz.
Nosotras
las que no decimos
miedo
por puro pánico.
A las que temen
los que no saben
amarnos sin romper
el molde.
A esas, a ti, a mí,
a nosotras
nos queda lo fecundo,
la tierra fértil
que sabe como nadie
acariciar nuestros pies
y elevarnos
como globos aerostáticos
por el universo.



lunes

Amo el estruendo de mi calle loca

 Jonas Burgert




Amo el estruendo
de mi calle loca,
aquella afligida
esquina donde
van a morir
los pobres.
Amo la libertina
polvareda
que expande
el asombro
de los que
no se atreven a mirar.
Un hombre pide pan
y el resto,
encoge hombros
agacha cabezas
tuerce cuellos.
Pareciera que se les fuera
a descoyuntar el alma.
No se atreven a desviar
su confortable camino.
Aterrorizados por el miasma
sortean la ciénaga
de su vida
y yo amo
esa esquina mugrienta
y me pringo señores
y acaricio manos sucias
y propago perfume de vida,
bálsamo ineludible.
Amo el estruendo
de mi calle loca
y su abrumador aroma
a carne.




domingo

No era amor

 Barbara Cole



 Para A.

 No era amor


"Le comenté:
- Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
- ¿Te gustan solos o con rímel?
- Grandes, respondí sin dudar.
Y también sin dudar me los dejó en un plato y se fue a tientas. "

           Ángel González






Aquella luz tan tenue
no podía ser,
 la de sus ojos observando
sombras efíimeras y fugaces.
Imposible no desnudar
su alma, que hambrienta
 bajo sus pies,
clamaba ser analizada
minuniosamente.
No podía ser,
que mientras ella anhelaba
un roce con las yemas de sus dedos,
él no reparara
en los sonidos
de su alborotado corazón
que suplicaba más apego,
más vehemencia.
No podía ser
que su piel aullara enardecida
y que sofocada, mendigara
ser arrancada a girones
por sus imposibles ansias.

Y él, tan solo,
con cruel indolencia,
no percibiera
ni una sospecha
de su aturdida
respiración entrecortada.
No podía ser,
que aquéllo,
tan lacerante como implacable,
fuese amor.




Perversa esdrújula


Roberto Liang





Contemplarme en el espejo
mientras escarbo en
la corteza del vacío,
instalarme sin pudor
en la cima de la oscuridad,
deletrear el rostro
ensangrentado
de algún espíritu
tenebroso
que me redima.
Contar las sílabas
de tu nombre
-sólo son tres-
y divagar sin rumbo
en busca de un surco
que se abra,
mientras me derramo
en placer solitario,
suspirando
la perversa esdrújula
del nombre propio.


...

sábado

Me invento...

Atsushi Suwa






Me invento tus manos
rozando mi pulso,
el punto exacto
donde grita la voz
que te busca ansiosa
en la oscuridad
de esta noche hambrienta.

Me invento las cuencas
de tus ojos
que me acechan
estupefactas
como animales selváticos
mientras me torno
isla desierta.

Me lo invento todo
porque no estás
y urge rellenar
las piezas
de este puzzle
que se desordena
en desolada agonía.





..

Insomnio

Barbara Cole




Cuando intentes conciliar
el sueño
en noches sin luna
y
los párpados
se abran
como enormes nichos
vacíos y oscuros,
recuerda
que hay una escultura
a poca distancia de ti
que aunque carece de alma
suspira
sangra
y espera anhelante
una palabra tuya
para elevarse de nuevo.

--


domingo

Si vinieras ahora

István Sándorfi






Si vinieras ahora,
si con nombrarte
fuera suficiente.
Encendería
mis metales dorados,
quemaría las hojas
de otoños añejos,
sacudiría al viento,
mi polvo triste
y opaco;
irrespirables partículas
de la pena incierta.
Si vinieras ahora,
abriría el baúl
de mis ropas blancas;
sedas anhelantes
de ser ceñidas
por mi cuerpo desbordado.
Trazaría el vértice exacto
entre tu avidez y
mi ambición,
mientras las nubes
ansiosas de lo nuestro,
se revelan
en indeleble tormenta
profetizada
por el universo,
que nos aclamaría
ruborizado y atónito.


sábado

Casi

Karen Kruse


Esta noche oscura

imagino tu mano

contra el vientre sofocada.

Pensando tal vez en mí

o en lo que te llevaste

en aquel tren sin regreso.

Respirarás el polen

que sacuden las ramas

cubiertas con restos

del naufragio.

Cerrarás los párpados

y una combustión,

un grito silencioso

te recordará mis uñas,

mi nuca obediente

bajo tus dedos.

Mis tobillos elevándose

en danza genital.

Y apretarás la sábana

en místico abrazo,

llorando,

triste,

demoledor orgasmo

cuajado de temblor y rabia.

Desazonado, amargo.

Casi tan atormentado

como este poema.




domingo

Aurora boreal

Michael Taylor


Dedicado a todas las mujeres víctimas de la violencia de género



Arrepentido. casi muerta su carcasa,
los ojos lánguidos, grises y opacos
que pareciera que era cierto su pesar.

Los años de hierbas envenenadas
falsificando ilusiones y abrigo en enero,
no mitigaban la agonía y el recelo

que ella llevaba a cuestas.
Ni siquiera le gustaban ya sus manos
que un dia fueran fuego reavivando arcanos.

Ya no, nunca más volverá
a la piedad, nunca enjugará más lágrimas
de cocodrilo dipsómano.

Si ha de mirar hacia algún punto
lo hará hacia el ártico, donde la aurora boreal
sólo dura seis meses. Los demás, no se cuentan.




--

martes

Cíñete las medias mientras tanto

Aeric Meredith-Goujon






Si quieres conocer el universo

lanza un gruñido al aire,

observa la parábola

y cíñete las medias

mientras tanto.

Qué por clamar

a gritos tu osadía,

el tiempo no ha de parar,

más si ha de perdurar

el instante transparente

en el que dos almas

flotan hasta el delirio.




sábado

Gotas

Alex Kanevsky





Está el viento azotando

la ventana de esta casa

inerte.

Intenta traspasar

un cristal tan duro

como exhausto.

No sabe el aire

que vive tan solo

un corazón sin sustento.

No sabe este viento,

visitante inocente

que ya no bombea sangre

a ningún órgano.

El pulso que una vez

hizo temblar a paredes

y tejado,

hoy no late

no azulea

no te busca

no llora

no segrega amor,

sólo gotea

exceso de indiferencia.



domingo

Indulto

Trisha Lambi






Y si fueras arena

yo me abarrotara de guijarros

hasta el tracto vocal

de la garganta.

Sorbiera yo la sustancia corpórea

que te comprime,

te triturara hasta ser polvo.

Anulara tu juicio,

buceara en tu alma

hasta disolverme, como aquella tarde

que respiré por tus bronquios.

Licuarme en tu alma

hasta aturdirme.

Succionar tu plasma

hasta quemarme.

Vagar por tu simiente y

fecundarte.

Depredar en tu sexo

hasta indultarte.




sábado

Retorcida y añorante...

John Everett Millais






Retorcida y añorante,

pálida y afligida,

la flor destila

aceite para sobrevivir.

Será la espada

la que acaricie

sus sutiles pétalos

para despertar

los áridos afectos

olvidados.

Será su hoja punzante

con acero templado

la que matará

sus recuerdos

y así,

la rosa volverá

con su efluvio oloroso

a germinar de nuevo.



jueves

Herejía









Acaso no sabías que el amor

es cosa efímera y que se acaba

por el propio impulso

de la potencia

con la que brilla.

No suponías

que todo cuanto tenemos

es mortal y caduca

igual que la belleza.

De haberlo sospechado

no volverías

a dejar a la intemperie

tu quebradizo corazón.

No hubieras abierto

de par en par tus órganos

frágiles y hambrientos.

Jamás hubieras sucumbido

a la fusión total o parcial

de nuestras almas.

Y yo,

que si presentía

la tenebrosa agonía,

cómo hago ahora,

dime,

como renuncio yo

a la pertinaz llama

que se obstina en sobrevivir

circulando por venas

y arterias

dejando a mis pobres glóbulos rojos

ahogados y doloridos

sobreviviendo a pesar

de la falta de oxígeno.


..



DESAMOR

Charles Edouard Edmond Delort




  • Desamor

Me estoy despojando
de esa vehemencia
que llevaba a cuestas
hasta ayer.
Tendida sobre
la helada baldosa
ya no viajo
hasta tu lumbre.
Incendio sofocado
y extinto.
Sin delirio
no hay dolor.
Es cierto.
Pero esta tibieza
me asfixia.
Trance paulatino
que sustenta
mi abandono.
Me confieso
derrotada
y
me proclamo
heredera
de noches plomizas
y anhelos congelados.


..

sábado

VEN

Liana Bennett





¿Por qué no vienes
y me matas?
no te dejes ni una costilla
viva,
apura hasta el último hueso que me queda.
Encadéname a tus muñecas,
líbrame de la indiferencia
de los días grises,
de las sábanas enormes
enroscadas en mi cuerpo.
Ven,
aterriza,
planta tus raíces
sobre mi ternura olvidada.
Colócate sobre mi espalda
y escucha la música
del tiovivo que renace
entre la nuca
y mis pies de porcelana.
No tengas clemencia,
clava la daga
tan adentro
que no vuelva
a escaparme jamás.
Derrámate en la laringe
codiciosa,
sé tú mi sustento.
Ámame.


-

martes

Algo de belleza

Vittorio Polidori






Resplandece entonces,
como lápida de mármol
que emergiera de repente
en el espeso bosque.
Sale de su cueva
y se filtra por las aguas
contaminadas.
Ella resiste la batalla
del hombre
aniquilador.
La mujer no se lamenta,
asciende y con paso firme
busca su transparencia.
Estratos donde precipitarse,
algo de belleza
en algún lugar.
Unas partículas
que colmen el milagro
de la vida.
Y sabiéndose
dueña de su vértice,
aterriza con mano suave,
tantea su pétalo carnoso y
suspira aliviada.


...

domingo

Me he sentado en el suelo a contemplar tu anatomía...

Helen Masacz





Me he sentado en el suelo
a contemplar tu anatomía,

me pierdo en el suave murmullo
de tus sueños.

Duermes y las mariposas cruzan
por tus piernas,

el cascabel de tu ombligo
es melaza para las abejas hambrientas
que pueblan este bosque.

Quisiera libarte
y mis manos
tapan mi boca
en este instante
de furor místico,
de estupor secuencial,

distancia justa
donde tu impávido latido
exige mi cercanía.


Deslumbrada yo
en tu imagen, en tu
piel de camaleón inerte
e impasible.

Cómo no perderme en
tus orillas verdosas
para beberme a ti
dormido y lujurioso,
animal utópico.

Ahora
que me inclino
y me arrodillo
ante esta escultura de alabastro.


Hoy que tu quietud
me invita a navegar
sin restricciones
por tu océano concupiscente.

Permanece así,
domesticado y
manso,
sin avidez ni brasas
en tus uñas,

déjame instigarme yo sola
a dos centímetros de ti,
mientras te miro y conspiro
con tu piel suplicante.



-

jueves

Apariciones

Andrea Solari - Salome with the Head of St John the Baptist





Le veía en todas
las esquinas de la ciudad.
En los cubos de basura,
en las rendijas del suelo,
hasta en los escaparates sin luz.

También distinguía su rostro
claramente dibujado
en los retablos
de las iglesias.

Una mañana su cara
se le apareció
en la pescadería,
besugo de ojos tristes
y vientre plateado.

¿ Lo corto en filetes?
y ella sin dudar dijo
no, déjemelo entero,
ya me encargo yo
de abrirle las tripas.


...

domingo

BUITRE

Christiaan Lieverse








Vacías las vísceras,
floto en la superficie.

Me acomodo sobre las rocas puntiagudas.

Grito de placer y dolor
a la par que las gaviotas.

Me interno en el bosque
y aúllo con los lobos.

Soy bestia herida
sobre las ortigas
que coagulan mi sangre.

Sospecho que mi olor a plasma
se está esparciendo
y el buitre
no puede remediar excitarse.


-

viernes

Celos

Ernesto Arrisueño






Sospechar que otros ojos
pueden descubrir
lo mismo que yo,
sería,
está siendo, digo,
una muerte lentísima.
Me percato
cuando supongo
sus uñas
dentro de tu carne.
Qué ahogo,
qué agonía lenta
es presentir que le taladras
la yugular
como a mí.
Pero lo nocivo
es figurarme
otra boca
restregándose
contra tu sustancia añil de nube.
Que descubra
lo que yo sé
y te descienda.
Y tú te dejes.


-

sábado

Pan de oro

Alan Macdonald







Fue un viernes sobre tu cama
la mirada fija en la lámpara
el olor a quemado
las tostadas de amor
y el maldito incienso
estallando en el jardín.

Nunca olvidaré
el reguero azul
de mis pezones rosas
ni mi ombligo descomprimido
bajo las sábanas arrugadas
mendigando fruición a cucharadas.

La venganza es tan deliciosa,
puro manjar de orfebrería,
pan de oro para mi sangre
que se ha de deleitar
durante siglos, con las ondas
eléctricas de tu cerebro neurálgico.


..

martes

Haikus tristes

Liu Ye





Agosto sin ti

me congela los dedos

amor helado


..




Verano mientes

enloqueces mi alma

él no regresa.


..



Hormigas trepan

buscando mi comida

yo no la quiero.



--

viernes

ÍDOLO

Roger Woods






Eres mi héroe
esa sobredosis de imperfección
que tiñe de veneno
mis moradas ocultas,
el que languidece
cuando mi voz está ausente.
Náufrago de días tristes
como cartas sin destino.
El que se prende
del dobladillo
de mi vestido
y se arrastra
hasta los confines
de la otra vida
por encontrar mis huellas.
El que bebe el néctar
de mis oquedades
sin pestañear.
El que aúlla
en mis noches tristes
con grito apaciguador.
Apóstol en cenas
invisibles e hipotéticos
desayunos.
A ti,
ídolo solamente mío,
voz fabricada de confitura
amarga y afligida.
La jalea irreal
que me habita,
se me está desbaratando
de verano y vehemencia
de ti.


--

lunes

ALIMENTO








El hambre de ti me acucia,

me urge ampliar instantes furtivos

brevísimos para la piel.

Aunque gracias a la memoria,

un tren de larguísimo recorrido,

hago escala en infinitas estaciones,

alargo los gozosos abrazos

y la bebida de dioses

que con tanta ansia

intercambiábamos


boca a boca:

(resina inconfundible la tuya)

me alimento a destajo.

Y me bebo hasta la tierra

que se azora debajo del vagón restaurante



al escucharme clamar lujuriosa

tu nombre

y hasta el tu sombra.





-

miércoles

La indolente

Oksana Zhelisko






Cobarde y en silencio
como el tiempo asesino,
sin una mácula de esperanza,
sin un rayo que penetre
en esta oscuridad
que mantiene torpemente
mi esqueleto pusilánime,
mi carne débil y a la deriva.

Así, sin pedales en el alma
me quedo esperando
tu regreso,
incapaz de poner rumbo
hacia mi destino
que eres tú,
lamentándome
y reconociendo mi indolencia.


...

lunes

El cajón

K. P. Standard





He vuelto a abrirlo,
una tenue luz,
el chirriar de la madera,
el azoramiento que precede
a la dicha suprema
de acariciar cada recuerdo y morir.


Lo abro despacio
cerrando los ojos,
huelo el interior de la zona oscura,
el peine portador
de místicos masajes y
el frasquito de esencia
con aroma perenne
a congestiones impuras.


Y así, suicidada ya,
lo cierro de nuevo
hasta la próxima
tentativa de saltar al vacío
sin agua.


Pero con serrín suficiente
para rellenar
hasta el último aliento.


-

domingo

Te mordería...

Anwen Keeling




Te mordería así de golpe
entre los maizales dorados,
cuando declina la tarde.

Con el viento del este
soplando tus orejas.

Te renovaría la piel
y su reflejo trigueño,

lamería
de pies a cabeza tu ornamento,

tu sabiduría,
el origen de tus ojos verdes
que son mi pan,
mi vicio,

la poca costumbre
de tenerte.

Soy incendio
para tu constelación
de huesos
y me estoy quemando amor
y me arrebato.

Transtornada,
enajedada ,
con los colmillos
afilados

y el alma
a punto
para devorarte,

aniquilarte vivo amor.



...

sábado

Encuentro

IAIN -FAULKNER






Se acerca trémula y loca
a su encuentro,
las manos sudorosas,
el pulso rebota y
brinca en sus muñecas.

Retrocede, regresa hacia él,
se esconde,
mira sus pestañas
y enardecida
se lo come a besos.


-

domingo

SIN TI

István Sándorfi





Después de la marea

viene la resaca

y luego la firme dinamita

que convierte

la indiferencia

en gránulos químicos

de fermentada náusea.


Sin ti

sin tus manos

dormidas

entre mis muslos

me volaré

las uñas adheridas

con tu ADN y arderán


antes de llegar

al infierno.




-

Me gusta cuando gimes...

Anwen Keeling




Me gusta cuando gimes
porque tiembla la casa.

Tu alarido descompasado
debe horrorizar a los vecinos

pero a mí,
a mí, me chifla

graznido, ponzoña
sacrílega que nace

de los entresijos
de tu linfa

¡oh si!
sigue rumiando,

me derrites
nos derretimos.


-

jueves

Primavera imposible

Aristide Maillol





Llegó la primavera
y las mariposas
se amontonan
en las tripas de otros.

Llegaron los verdes
y el ámbar corazón
desteñido
del invierno.

Y las almendras.
Amargas enemigas
de lo nuestro,
asoman su cianuro.


Y tú no llegas.
Primavera imposible
cerezos infames
¿qué me miráis?

--


Huub Milder



-

lunes

Qué sutil encanto tiene la espera





Qué sutil encanto tiene la espera

si desesperación

en el encuentro existe.

Porque la materia

sumida en lánguidos sudores

se arrebata con el pensamiento.


Y entonces

se produce un choque espasmódico

de adrenalina ardiendo
en deseos,

lujuria del alma
chorreando.


Qué brutal,

qué inconstante delicia

es la espera desesperada
y elegida

para rozar vientre con vientre,

para decir amor,

para partir con pena,

para aúllar sin consuelo
por las calles

con la sal de tu arrullo

todavía viva

deslizándose sobre mi blusa.

Destrozándome las venas.






-

jueves

Figura de cera

Deladier Almeida




Y de tu mano
y de tus orejas
y de las idas
y venidas.

Y de mis manos
crucificadas
en el cabecero
de la cama.

Y del pañuelo
en tus ojos
para no ver
mi lengua.

Desátame
decías,

jamás
y te masticaba.

Y te deshacías
y me besabas.

Y me convertí
en figura de cera.

Los visitantes hoy
me besaron la manos

y no se dieron cuenta,
que las gotas deshechas

que pisaban,
eran mías.


--