Está el viento azotando
la ventana de esta casa
inerte.
Intenta traspasar
un cristal tan duro
como exhausto.
No sabe el aire
que vive tan solo
un corazón sin sustento.
No sabe este viento,
visitante inocente
que ya no bombea sangre
a ningún órgano.
El pulso que una vez
hizo temblar a paredes
y tejado,
hoy no late
no azulea
no te busca
no llora
no segrega amor,
sólo gotea
exceso de indiferencia.
5 comentarios:
Muy buenas imágenes, magnífico poema.
Salud
Francesc Cornadó
Bello y delicado poema para un hermosísismo cuadro.
Saludos
Que sea sólo mientras vuelve la vida en plenitud. Y que en tanto no deje de bombear, de palpitar aunque sea lento. Un abrazo!
Muy buena la crudeza de estos versos, Meri pas.
Te dejo un abrazo
y mi enhorabuena
Ana
Las paredes resguardan al que lo habita sin inmutarse cuando este ser ya no esta...
Publicar un comentario