Fue un viernes sobre tu cama
la mirada fija en la lámpara
el olor a quemado
las tostadas de amor
y el maldito incienso
estallando en el jardín.
Nunca olvidaré
el reguero azul
de mis pezones rosas
ni mi ombligo descomprimido
bajo las sábanas arrugadas
mendigando fruición a cucharadas.
La venganza es tan deliciosa,
puro manjar de orfebrería,
pan de oro para mi sangre
que se ha de deleitar
durante siglos, con las ondas
eléctricas de tu cerebro neurálgico.
..
11 comentarios:
Precioso. Crípticas palabras para esa venganza que se vislumbra en tan solo el recuerdo y el deseo de aquel pan de oro que alumbraba el universo un día.
Besazos.
La sensualidad de las palabras y las imagenes bien vale un poema preciso como este.
Un abrazo
MArian
Muy bello, me ha gustado mucho. Es algo críptico pero engancha con sus imágenes insólitas, este pan de oro.
besoss
Subo por la escalera de caracol de Ana Sanz, y descubro este espacio... Me gusta, si me lo permites volveré.
Un saludito.
encuentra el deseo el sendero de tus letras, para perderse en el olor a incienso y a tierra mojada
bellos tus versos
un abrazo
Unas cucharadas de fruición; unas venas forradas de pan de oro; unas tostadas de amor quemadas, y una dulce venganza....
Me ha gustado tu entrada.
Besos Meri Pas.
Versos filosos pero mejor paso de tales venganzas corporales.
Saludos...
Menuda orfebre eres, trabajando poemas de oro como éste...
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh!!me encantas!!!! sólo me ha salido gritar emocionada!
Uff! Y después de leerte, ¿qué hago yo con este frío y esta dulzura?
Exquisite
Work
good
sources
of
Inspiration
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