sábado

Arcilla

Augustte Rodin





Mientras modelaba la arcilla
mi mano derecha no pudo esquivar
tu ojo izquierdo,

me miraba complaciente,
pacífico y adulador como
quien mira a su dueña.

Intenté cambiar la forma del barro,
insertando residuos de agua helada,
fue inútil, tu mirada de tierra

calentaba mis dedos
y extinguía toda fuerza
que pudiera cambiar su forma.

Cuando llegué a la boca
la yema de mi dedo corazón
se quedó sin fuerzas

al percibir claramente
una pequeña ráfaga de aire
que atravesaba el barro.

Has vuelto, y sé
que aunque no remate tus labios,
tu ojo me vigila implacable.


6 comentarios:

El Antropólogo dijo...

Gracias por compartir esta maravilla de Poesía

Un abrazo grande !!!

FdeH

Pd: Hasta Pronto...

elena clásica dijo...

Demasiado fuerte la historia poesía de la figura de barro. Demasiado.

Raticulina dijo...

Tu poema parece estar vivo! al igual que la escultura de Rodin...

Qué ritmo llevas. Sigue, sigue.

Ah, y gracias por presentarme a Tom Chambers, tiene unas fotos realmente impactantes.

Loli Martinez dijo...

Mágica fusión de sentimientos , dejando libre muchas emociones .La poesía ilumina a la escultura .Precioso .
Un beso .

Lozzano dijo...

Saludos poetisa, espero que nada impida que puedas seguir "moldeando" tus versos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Muy interesante la poesía, y muy bien integrada con la imagen. Un placer leerla. Saludos cordiales.