Cuando creía que estaba inerte y hueca y los rayos gamma resbalaban sobre mí, descubro estupefacta un cortejo de sudor en la ingle husmeando sin consentimiento. Tal vez, necesiten mis neuronas una diminuta prórroga antes de mi última rendición.
Tus neuronas sienten, camina la vida entre sus ramificaciones, mucho más de lo que ellas mismas te hacen saber. Siempre hay una penúltima prórroga en este juego. Ahí te espera la vida. Un abrazo grande.
5 comentarios:
No te rindas, es señal de que la rendición no existe y húmeda fragancia es este poema.
Cuando se creyo inerte, cuando se sintio hueca...
Cuando recogio sus pedazos, cuando reconstruyo el presente, cuando sus cenizas dieron lugar a un nuevo ser.
Magicas tus palabras, me inspiran , me encantan.
Un Abrazo
Y nos llevas hasta el éxtasis con un poema lleno de sudores y sentimientos, muy bello y doloroso.
Rosmary Woodhause.
Tus neuronas sienten, camina la vida entre sus ramificaciones, mucho más de lo que ellas mismas te hacen saber.
Siempre hay una penúltima prórroga en este juego. Ahí te espera la vida.
Un abrazo grande.
desde mi pequeña barcaza te sigo! te intuyo! me bebo un poco de todo esto. besos
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